October 18, 2012

¿Es Bíblica La Veneración A Santos?

¿Es Bíblica La Veneración A Santos?
Veneración
, del Latín venerāri, significa “respeto”, “admiración”, procede de venerationem palabra que tiene raíz en el termino “bendición” y esta de benedictionem, “bendecir”, de bene; “bien”, bueno” y dicere; “decir”.
Santo, del Latín sanctus significa “sagrado”, procede de sacrātus; “sacro.”


La veneración a Santos, similar al caso de la Virgen María, en un sentido práctico e histórico, se origina en el esfuerzo de erradicar el paganismo de la sociedad romana y sus territorios, iniciada por la Iglesia Católica después del Edicto de Milán del año 313 d.C.


Podemos leer en el libro de Apocalipsis como el Apóstol Juan de Patmos antepone (sustituye) a Diana (Roma) y su equivalente griega Selena, las dos diosas de la Luna con la Virgen María la Madre de Cristo, a quien la coloca sobre la Luna, señalando que María es superior a las dos diosas: 

“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” NT Apocalipsis 12:1

Diana, diosa romana
de la caza y la Luna
Selena, diosa griega
de la fertilidad y la Luna
Estatua de María
En Múnich, Alemania


Mientras las diosas Diana y Selena llamada también “Artemisa de los Efesios” mostraban la Luna arriba de sus cabezas, la Virgen María es descrita en Apocalipsis “sobre” o en posición superior a la Luna y vestida de Sol, siendo el Sol el dios romano mas importante; esta “irrespetuosa rebelión” de los cristianos contra los deidades romanas fue uno de los motivos del porqué el Apóstol Juan es desterrado a la Isla de Patmos como lo señala en NT Apocalipsis 1:9


Así mismo, los romanos tenían un sin fin de dioses y festividades las cuales estaban gobernadas por el calendario llamado ab urbe condita (en español significa “desde que se fundó la ciudad”), donde días y meses eran dedicados a dioses como el caso del Dies Solis (domingo) en honor al dios Sol, el Viernes a Venus, la diosa del amor y fertilidad, Lunes a la diosa Luna, etc.
En el caso de los meses de año era similar, por ejemplo: Junio, en honor a la diosa Juno, esposa del dios Júpiter, el mes de Julio, dedicado al emperador Julio Cesar, el mes de Marzo a Marte, dios de la guerra, etc., etc., etc. 


Así mismo, cada uno de los días del año estaba dedicado a fiestas religiosas o personas famosas o ejemplares como emperadores, políticos, guerreros, etc.

Aunque la Iglesia intentó cambiar los nombres (paganos) de los días de la semana y meses del año con nombres y contenidos cristianos, al final no pudo, lo único que el Vaticano pudo hacer fue sustituir las dedicaciones de fiestas paganas y personas no cristianas del calendario.



Ejemplo de un Calendario Litúrgico (Santoral)




En su lugar, la Iglesia dedicó los días en honor a evangelistas y mártires con el objetivo que la gente conociera a Jesús y Su Mensaje.

El resultado fue el calendario llamado Santoral o Calendario Litúrgico. [B]

Existen más de 10.000 nombres (dedicaciones) a beatos, santos y mártires del Evangelio de los pasados 20 siglos, que han sido presentados en este calendario.


La Veneración a Santos en el presente


La veneración a Santos, es una práctica en las iglesias Católica Romana y Ortodoxa, es el acto de honrar a un mártir o persona (ya fallecida) que en vida fue un ejemplo predicando el Evangelio y en su trato a la humanidad.
Según la Iglesia, este acto de veneración es diferente a la devoción a Dios.
Las Iglesias Católicas (romana y ortodoxa), señalan que en sus creencias existen dos tipos de “respeto espiritual”:


[
La primera es llamada Latría, del griego que significa "adoración" o "culto", y se refiere a la forma más alta de reverencia, que sólo debe dirigirse absolutamente a Dios, a Jesús, o a la Santísima Trinidad.


[
La segunda es llamada Dulía, del griego que significa “servidumbre”, es la veneración a personas muertas de quienes se estima murieron con grandes virtudes morales, y son reconocidas por la Iglesia como santos.




Estas creencias y títulos no son aceptadas por la Iglesia Protestante en general, y aunque algunas reconocen el sacrificio y labor en la predicación de estas personas (Santos), ya que por ellos fue posible que nuestros antecesores (abuelos) conocieran el Evangelio, muchos siglos antes de la Reforma, sin embargo; según el protestantismo; en ninguno de los libros de la Biblia se instruye la veneración a Santos y de acuerdo a esto, esta creencia no es bíblica y solo Jesús es el único intercesor entre la humanidad y Dios.



Jesús le dijo:-Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.


NT Juan 14:6



Jesús no habla de ningún tipo de veneración a nadie más, aun claramente nos enseña (y a los Discípulos) como correctamente pedir a Dios de su ayuda, guía y bendición en nuestras oraciones (NT Lucas 11:1-4), el Apóstol Pablo aun con su autoridad evangélica, reconoce que solo es un siervo de Dios y rechazó ser adorado por la gente. NT Hechos 14:11-18


Así mismo el apóstol Juan de Patmos, autor del libro de Apocalipsis relata que cuando se vio frente al Ángel que le mostraba las revelaciones; “Me postré a los pies del ángel, pero él me dijo: “¡No lo hagas!, pues yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. ¡Adora a Dios!” NT Apocalipsis 22:8-9


NOTA: Aunque la veneración a Santos es considerada por la mayoría de Iglesias Protestantes como una forma de “idolatría y una violación a los mandatos: “No tendrás dioses ajenos delante de mí.” AT Éxodo 20:3; "Que se aparten de las contaminaciones de los ídolos," NT Hechos 15:20, sin embargo teólogos consideran que estas citas NO SE REFIEREN específicamente a los Santos o la Virgen María, ya que estas personas no son consideradas “otros Dioses” por creyentes, sino parte de la Fe (familia) Cristiana.


La Veneración a Santos en la Biblia


La veneración de Santos, también a veces incluye las pertenencias de estas personas ejemplares, inicia quizás en el Antiguo Testamento con historias como en la que Dios le ordena a Moisés construir un arca para el Templo: “Harás también dos querubines de oro; los harás labrados a martillo en los dos extremos del propiciatorio.” AT Éxodo 25:18

Las Escrituras nos dicen que; “Josué se postró en tierra sobre su rostro delante del Arca del SEÑOR hasta caer la tarde, junto con presbíteros (ancianos) de Israel, y se echaron polvo sobre sus cabezas.” AT Josué 7:6


A pesar de la estricta observancia de los judíos al Antiguo Testamento, es frecuente verlos inclinarse frente al Muro Occidental (Muro de los Lamentos) en oración y reverencia, ya que consideran este lugar sagrado.


En el Nuevo Testamento, también leemos citas donde aun cosas de los Apóstoles son usadas como objetos “sagrados” y tratados como si tuvieran propiedades que pudieran conectar al creyente con Dios:



De tal manera que hasta los pañuelos o delantales que habían tocado su cuerpo eran llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.


NT Hechos 19:11-13



Debido a que la mayoría de países y naciones utilizaban dioses, ídolos, etc., El Apóstol Pablo reconoce que para poder Evangelizar a un mundo envuelto en el paganismo, era necesario “unirse” o quizás usar sus tradiciones y costumbres para así poder convertirlos a la FE Cristiana:



19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar al mayor número.
20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la Ley (aunque yo no esté sujeto a la Ley) como sujeto a la Ley, para ganar a los que están sujetos a la Ley;
21 a los que están sin Ley, como si yo estuviera sin Ley (aunque yo no estoy sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin Ley.
22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.


NT 1 Corintios 9:19-22



Es insensatez no reconocer y admirar las inmensas contribuciones de los Santos en la historia del Evangelio, sin embargo, es importante recordar que la Biblia nos señala que solamente hay un Dios, y solamente existe un mediador entre Él y los hombres: Jesucristo. NT 1 Timoteo 2:5

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